Los análisis de sangre tienen mucha más información de la que nos damos cuenta. Más de lo que sabíamos, hasta ahora. No sólo brindan un estado de situación física, sino que aportan una valiosa perspectiva psicoemocional del impacto de lo que estamos viviendo. También, nos reflejan el funcionamiento del sistema inmunológico a todo nivel, especialmente en el plano psicoemocional.
Cada valor cuenta parte del momento presente, es un corte sobre el aquí y ahora a nivel integral. Y eso es lo que hemos aprendido en la Fundación APH; es lo que ha descubierto el Lic. Juan Cruz Cúneo, quien ha desarrollado una compleja interpretación de los resultados de los “análisis de sangre”. Brindando una perspectiva amplia sobre el cuerpo, el funcionamiento inmunológico, el mundo emocional y las interacciones entre lo psicológico y lo físico; además de la posibilidad de decodificar en detalle el desempeño del sistema psicoinmunológico en todas sus diferentes partes.
Los análisis de sangre, cuanto más completos mejor, nos hablan del funcionamiento psicoemocional de la persona, integrado y articulado con su estado físico, biológico y celular, a través de los valores en sangre. Se puede ver la identidad y sus dinámicas de funcionamiento; el impacto en el psiquismo y en el cuerpo de las vivencias de la persona, al momento de hacerse esos “análisis”.
Nos permite definir y mejorar las estrategias de abordaje, particularmente en las personas diagnosticadas con Enfermedades Autoinmunes y Enfermedades “poco frecuentes”; mientras son utilizados (los valores de los análisis) como el chequeo en la evolución de los tratamientos que se desarrollan en la Fundación APH. Son utilizados para el seguimiento de los pacientes, en los procesos de remisión.
Básicamente, los “análisis de sangre” nos permiten desarrollar un mapa completo de la identidad y del cuerpo, de su funcionamiento, dinámicas y alteraciones; desde una visión realmente integrada de lo psicoemocional con lo físico.
Se solicitan y realizan a pedido.
Los glóbulos blancos: (Neutrógilos, Eosinófilos, Basófilos, Monocitos, Linfocitos B y T).
El “recuento de glóbulos blancos” habla de la cantidad de recursos defensivos (psicoemocionales y físicos) que tenes en acción, pero ¿sabés a qué se refiere cada uno? O ¿Cómo está compuesta tu defensa, tu sistema psicoinmunológico?
Te lo explicamos:
Tus glóbulos blancos pueden ser:
Neutrófilos: son los que te protegen contra el afuera, a nivel emocional son esas reacciones que tenes frente a un conflicto o frente a la agresividad. SU misión es la protección, parecido al instinto de supervivencia.
Eosinófilos: son los que eliminan las sustancias extrañas, aquellas defensas que usas (o deberías usar) para eliminar las emociones que tenes dentro y que no son tuyas.
Basófilos: son las defensas encargadas de tus reacciones inmediatas, las que a veces consideras impulsivas pero no lo son. Asociadas al proceso inflamatorio, reactivo, de rechazo.
Monocitos: son tus defensas más habituales, las que intentan eliminar o resolver los conflictos. Son esa voz que te intenta regular la reacción, para que no te “pases”… “o no te quedes corta”.
Linfocitos (B y T): claves del sistema defensivo. Los Linfocitos B son el correlato físico del registro emocional y los Linfocitos T son los soldados que van a la batalla, tu manera de “resolver” o “reaccionar” o “gestionar” los temas.
Y están las “Plaquetas” que son piezas fundamentales del proceso de elaboración de las situaciones emocionales y vinculares.
Así está compuesto parte de tu sistema defensivo a nivel psicoemocional y físico. Ahora sabés de qué hablan esos valores en tus análisis de sangre, para que puedas leer mejor tus reacciones emocionales.
2) Recuento de glóbulos blancos (Neutrofilos en cayado)
Vamos a ir enseñándote cada uno de los elementos importantes de tus análisis de sangre, para contarte como está tu mundo emocional, tus defensas psicoemocionales, tu carácter, tu personalidad y tus emociones.
Recuento de glóbulos blancos:
Habla de la cantidad de defensas psicoemocionales y físicas que están en acción… esto nos informa de tu reacción emocional frente a lo que te está pasando, más cuando ha llegado a alterar los valores en sangre. Tus defensas, cómo te estás defendiendo y cómo podrías mejorarlo.
Neutrófilos en cayado:
Habla de la cantidad de recursos defensivos inmaduros, potenciales, aún no desarrollados que tenes para enfrentar situaciones. Serían las reservas del ejército, y tienen que madurar, es decir, tenes que ponerles más consciencia para tenerlos a tu disposición y no reaccionar siempre de la misma manera frente a las situaciones.
Los Neutrófilos segmentados son la evolución o maduración de esos recursos defensivos que estaban en la reserva… son los que estás usando actualmente.
Sería buenísimo que fueras más consciente de tus recursos defensivos, los usas todos los días, todo el día pero seguramente no sabes cuáles son, por ende, tampoco estás eligiendo el mejor recurso para esa situación.
3) Linfocitos (La identificación de tus emociones)
Seguramente son de las células del sistema defensivo con más consciencia del cuerpo y de nuestra vida.
Evolucionan de dos formas, como Linfocitos B y como Linfocitos T, ambos están en tus análisis de sangre y hablan, desde la Medicina, de la actividad de tu sistema inmunológico.
Desde nuestra Psicología y nuestra investigación, también están diciendo y evidenciando otra cuestión clave de tu vida personal.
Los Linfocitos B son los encargados de reconocer a los agentes externos a uno, son desde nuestra mirada, los que se correlacionan con “el registro emocional”. Es decir, identifica las emociones que ingresan a tu vida, al igual que los Linfocitos B identifican (también) a las sustancias y toxinas (bacterias, virus y emociones ajenas).
Se encargan de la identificación y del registro. Y esto determina la acción de los Linfocitos T (los soldados), que son tus defensas activadas, obedeciendo al registro de los Linfocitos B.
Cuanto mejor es el “Registro emocional”, mejor funcionan los Linfocitos B y, por ende, la reacción de los Linfocitos T es más puntual, específica y efectiva; en caso contrario, es más masiva y genera mayor daño.
Además, los Linfocitos B determinan la “estrategia defensiva” para reaccionar a las situaciones de conflicto.
¿Vos sabes cuál es tu estrategia defensiva para los conflictos o situaciones difíciles?
Vos podes, a partir de ahora, ser más consciente y determinar más y de mejor manera el funcionamiento de tus Linfocitos.
4) Monocitos:
Tienen un nombre extraño y bien científico, pero tienen una tarea fundamental que usamos a diario y muchas veces sin darnos cuenta: son parte de las defensas que usamos en los vínculos y en las relaciones.
Y su tarea es luchar contra determinadas emociones (sustancias) y controlar las diferentes respuestas defensivas. Ayudan a eliminar las emociones (tejidos, para la Medicina) muertas o que dañan y destruir (procesar) ciertas emociones residuales que pueden ser tóxicas o dañar a las células y convertirlas en cancerígenas. Además, regulan la respuesta defensiva (inmunitaria) contra situaciones extrañas o poco habituales.
Tienen una tarea clave así que empezá a tenerlos en cuenta.
Todo esto es muy importante conocerlo, porque son el espejo físico de nuestras reacciones emocionales en los vínculos y en las relaciones, en el día a día. Y desde la consciencia los podes definir y diseñar vos tus respuestas.
5) Basófilos:
Los Basófilos: son parte de tu sistema inmunológico físico y, también, son tus defensas reactivas más inmediatas o espontáneas frente a lo que rechazas, por eso se asocian a las inflamaciones.
Responden a eso que “te inflama”, eso que “te hincha o molesta”, eso que te genera erupción del carácter y de la piel. Es una reacción defensiva que te muestra lo que ya no soportas más. Eso indican tus valores de los Basófilos y tienen esa función reactiva hacia el afuera y de aviso hacia adentro, de las situaciones o aspectos que ya no soportas del otro.
Nadie les presta mucha atención, hasta que aparece la inflamación en el cuerpo. Ahora, podes saber, antes, a nivel emocional, lo que puede hacer aumentar esos valores. Y qué hacer para disminuirlos.
“Tus análisis de sangre hablan de vos”