hay un sistema defensivo

Descripción de la publicación.

4/30/20243 min read

Hay un sistema defensivo más allá del sistema inmunológico.
Las “enfermedades raras” dejan de serlo.

Escrito por: Lic. Juan Cruz Cúneo
Equipo de Autoinmunes en la Mujer.

Las plaquetas cumplen una función de centinelas en el torrente sanguíneo, tienen la capacidad de activar (o de enviarle información) al sistema inmunológico y cuentan con factores reguladores llamados “inmunoreguladores” cuya finalidad es defensiva. Esto explica su accionar en algunas “enfermedades raras” (mal llamadas así por la Medicina) como el Lupus, el Síndrome Antifosfolipídico, la Púrpura, la Trombofilia y muchas otras más.

¿Hay otro sistema inmunológico además del sistema inmunológico que conocemos? Sí, hay otros sistemas defensivos en nuestro organismo que van más allá de los glóbulos blancos y los anticuerpos. Lo cual nos lleva a muchas conclusiones, o en el mejor de los casos, a abrir nuevos caminos.

Empecemos por el primero. Si hay otros sistemas defensivos como el constituido por las plaquetas y su funcionamiento, entonces deberíamos descartar la premisa de que las Autoinmunes se producen por una “confusión” del sistema inmunológico. Ya que hay otros sistemas inmunológicos que no se confunden, entonces ¿por qué ese debería estar confundido?

Segundo camino. Si hay otros sistemas defensivos, ¿qué los activa? ¿Por qué se activan unos y otros no? Lo cual nos lleva a nuestra premisa, allí donde las emociones son las que originan la activación del sistema inmunológico; esto explica la acción de ciertas defensas y no de otras que coexisten o son parte del arsenal; y esto nos lleva a la identificación y el reconocimiento de ciertas zonas afectadas que tienen relación directa con el conflicto disparador, que está en el principio de esta secuencia; donde se originan las emociones y esto sucede en los vínculos. ¿Por qué se activa un sistema defensivo y no otro?

Esto nos conduce al tercer camino. Las defensas psicoemocionales y el sistema psicoinmunológico. Todos sabemos, o se están enterando en este momento, que a nivel psicoemocional contamos con muchas defensas, que se van articulando hasta conformar las “estrategias defensivas”. Estas condicionan o determinan la respuesta física del sistema inmunológico, de “los” sistemas inmunológicos, lo cual confirma que hay varios (ya los iremos explicando a lo largo de nuestros artículos y de nuestra investigación) y además confirma que su activación depende de las emociones, de lo psicológico de la persona, de su carácter, personalidad, conflictos y vínculos. El sistema psicoinmunológico es integral, pero además abarca a varios sistemas inmunológicos físicos como psicológicos, porque hay diferentes respuestas para diferentes conflictos.

El cuarto camino nos conduce hacia la valoración profunda de nuestro mundo psicoemocional con el enorme potencial de cambio que nos permite, ya que tiene influencia directa en el mundo físico, inmunológico. Esto nos lleva a cuestionar las estrategias de abordaje de los tratamientos, especialmente los biológicos, las operaciones de extirpación, los excesos en la medicación, ya que al anular un sistema inmunológico, también se puede estar dañando el otro; al extirpar un órgano o una parte del organismo tan importante, como por ejemplo, la glándula Tiroides o un ovario, o el útero, se pueden estar dañando otros sistemas defensivos, lo cual explicaría el daño colateral que se produce.

El quinto camino nos lleva a la redefinición de las “enfermedades autoinmunes” y de las “enfermedades raras” ya que hay otros sistemas inmunológicos que están actuando en nuestro mundo, en nuestro organismo y que están generando estos cuadros pero no por una falla del sistema inmunológico. La categorización de las “enfermedades raras” puede empezar a clarificarse y diferenciarse cada vez más (y de mejor manera) si podemos empezar a clasificar los diferentes sistemas defensivos a nivel físico, que se corresponden con las defensas psicoemocionales que utilizamos a diario.

Hay más de un sistema inmunológico, por lo cual las “enfermedades raras” dejan de serlo, aunque nunca debieran haber sido nombradas así por respeto a las personas. Pero más allá de este punto crucial, se empiezan a clarificar a partir de la definición de nuevos sistemas inmunológicos que se activan por las defensas psicoemocionales.

Somos un todo, lo que sentimos y nos pasa activa la manera y la forma en que respondemos.

Una condición autoinmune que es cada vez más clara.

Y factible de revertir, modificar y reconstituir.