falta de deseo sexual
Descripción de la publicación.
Falta de deseo sexual.
¿Síntoma autoinmune o síntoma de la pareja?
Escrito por: Lic. Juan Cruz Cúneo
Equipo de Autoinmunes en la Mujer.
No es una generalización, es sólo un aporte y otra explicación a una situación mucho más frecuente de lo que nos imaginamos. Te puede estar pasando, sin dudas les pasa a las mujeres con autoinmunes y vamos a explicar los motivos y las razones. Y vamos a abrirte los ojos sobre otras cuestiones que pueden estar pasando, de las que no sos responsable. No tanto como venías creyendo.
La falta de deseo sexual se le suele atribuir a la mujer en muchas condiciones; se supone que el hombre siempre tiene ganas y que la que “falla” es la mujer. Y cuando tiene el diagnóstico de una autoinmune es más fácil que ella, también, se haga cargo de lo que sucede. ¿Las razones? Sus mecanismos autoinmunes de defensa, esos que en vez de desplegarse hacia afuera lo hacen para adentro, generando la duda interna, la recriminación o el reproche de que algo “falla” y no están las ganas.
Es cierto que los dolores consumen mucha energía y los síntomas la desvían en esa dirección; por lo cual hay una disminución de las ganas en general; lo cual suele arrastrar también al deseo y al disfrute. Pero hay un contexto, no es sólo responsabilidad de la mujer lo que está sucediendo tanto con el placer como con las ganas. Hay una relación donde el otro es fundamental. Hay un deseo sexual que (todavía) la mayoría cree que depende sólo de uno y están muy equivocados y equivocadas. El deseo sexual depende de los dos, de la relación, está en manos de uno y están en las manos del otro. Saber generarlo, saber despertarlo, conocer a la otra persona en su realidad más profunda y dejar de ser egoísta a la hora de “satisfacer sólo sus ganas”. El deseo sexual va más allá de la libido y se retroalimenta de la relación, del ida y vuelta, de la seducción, de saber (y querer) despertar el deseo del otro.
Pero en las mujeres con autoinmunes la realidad parece decirles otra cosa. A veces (y esto no significa que le suceda a todas) están paradas, posicionadas en el lugar de ser las responsables del malestar o de exagerar o de usarla para tener el beneficio de evitar los encuentros con la pareja. Ellos, en la gran mayoría de las veces, se paran en la queja, en la demanda, en la exigencia y en la pelea; se dejan de hacer cargo de generar el deseo y esperan que “le surja a la mujer”. No muchachos, las cosas no funcionan así. El deseo sexual y la sexualidad de una pareja depende de ambos. Y el deseo del otro se activa no sólo por decisión de esa persona sino, también, por la capacidad que tiene uno de despertarlo, de atraer el interés, de generar esas ganas; de reorientar la energía hacia el deseo, hacia el disfrute, hacia la pasión. Son responsables, también, de despertar el deseo y les aseguro que con la demanda y las presiones se apaga, cada vez más.
Mujeres, tengan mucho cuidado con sus mecanismos autoinmunes, saben que se activan más en un vínculo y especialmente cuando el otro lo acapara todo con su demanda. No empiecen a dudar, a creer que son las que tienen el problema; “porque los síntomas”, “porque los dolores”, “porque la medicación”, hay un disfrute que siempre puede estar cerca y depende de las actitudes de los otros. Las defensas autoinmunes suelen poner la mirada hacia adentro, también porque el otro no deja espacio para hacerse cargo o responsable, entonces la duda, las inseguridades empiezan a crecer por dentro. Y creen que se les fueron las ganas, cuando tal vez el otro ya no las genera.
La falta de deseo sexual en una pareja puede ser un síntoma autoinmune provocado por la cantidad de dolor y de sufrimiento, por los efectos de la medicación, por el impacto del diagnóstico y el cambio de vida. Pero, también, puede ser un síntoma de la pareja, un aviso y una advertencia de que las cosas dentro de la relación están cambiando, que una se está posicionando en un lugar autoinmune y deja avanzar al otro en sus demandas y exigencias. Y se lo exonera de la responsabilidad de generar el deseo, pieza clave para que “las cosas” funcionen.
Cuidado con la lectura de los síntomas, porque a veces es el cuerpo y muchas veces es el otro.
Y compartí este artículo con tu pareja, tal vez se de cuenta que la sexualidad de la pareja es una cuestión compartida, que parte de conocer en profundidad a la otra persona, saber lo que le gusta y lo que no, lo que le despierta el deseo y que puede ser una forma de alivio a tanto sufrimiento, sólo si se alejan de las demandas, de las exigencias y de armar discusiones y peleas por este tema.
Nada apaga más al deseo que la discusión por el tema sexual.
Hace mucho más daño que varias autoinmunes juntas.