el sistema psicoinmunologico

Descripción de la publicación.

4/30/20243 min read

El Sistema Psicoinmunológico.
La red que defiende a la identidad.
(Artículo 500)

Escrito por: Lic. Juan Cruz Cúneo.
Equipo de Autoinmunes en la Mujer.

Si dejamos de fragmentarnos, se no caemos en la tentación de mecanizar al organismo ni dividirlo en partes, vamos a comprender la profundidad y el alcance real que tiene el Sistema Psicoinmunológico respecto de nuestra identidad. Y esto cobra una enorme trascendencia para las personas con autoinmunes, aunque también implica enormes potencialidades para todas las demás, padezcan o no alguna “enfermedad” o diagnóstico.

El Sistema Psicoinmunológico es una red compleja que defiende a la identidad, no sólo a un cuerpo, no sólo a un organismo. Y este concepto, básico pero olvidado por la Medicina y por la Ciencia, ya implica una coherencia interna que sólo se la puede brindar la Consciencia. Es decir, que el sistema defensivo (completo) sabe a quién tiene que defender y sabe de qué lo tiene que defender. Y esto no sólo se refiere a los “ataques” del exterior, ni a los “agentes invasores” (virus y bacterias), sino que estamos hablando de la “diferencia”, porque la fusión también pone en peligro a la identidad. En un enorme riesgo, tentador en muchos casos (como en el amor o la simbiosis madre e hija) pero peligroso en este sentido para el sistema defensivo psico-inmunológico.

Por esta razón, es que el sistema inmunológico (desde la mirada física) está constituido por toda una red conformada desde la médula ósea, hasta el Timo y lo ganglios linfáticos, con la participación del Hígado y los riñones. Todo un sistema complejo donde se subdividen sin separarse las líneas defensivas con los linfocitos B y los Linfocitos T, y toda su compleja ramificación que protege, estratégicamente, a todo el organismo. ¿Pero cómo sabe qué es propio y qué es ajeno? Porque tiene consciencia. Y esa consciencia es de la Identidad. No alcanza con concebir al sistema inmunológico como una defensa del cuerpo sólo porque entonces no se podría explicar cómo sabe qué es del cuerpo y que no, incluso una vez ingerido un alimento o trasplantado un órgano.

Desde la mirada más amplia, todo el sistema psicoinmunológico está defendiendo a la identidad, a esa consciencia del ser y de su individualidad que va desde lo más existencial que es la diferenciación yo-(no-yo) hasta la frecuencia molecular que mantiene a todas las propias unidas y vibrando en una armonía que no permite que se disgreguen, incluso hace que funcionen en “equipo”, sincronizadas con todas las demás células diferenciadas de cada órgano, de cada parte del cuerpo, de las emociones y del psiquismo. Esta individualidad unificada, que llamamos identidad, puede actuar en conjunto gracias a esa consciencia que va desde lo más espiritual hasta lo más microbiológico de cada una de nuestras moléculas. Vibran en armonía y unión porque hay consciencia de identidad, a nivel celular y psicoemocional.

Esto nos abre una enorme puerta hacia el camino de la evolución de las Autoinmunes. Por muchísimos motivos y razones, pero más que nada, porque hemos encontrado el camino para que el sistema psicoinmunológico pueda mejorar su funcionamiento haciendo cambios a nivel psicoemocional (y vincular); lo cual produce enormes e importantes efectos a nivel emocional, en la identidad y en la diferenciación; lo cual mejora y hace más efectiva la función del sistema inmunológico en su tarea defensiva.

La red conformada por el TIMO, los ganglios, el Hígado y todos los anticuerpos, glóbulos blancos y el torrente sanguíneo conforman un complejo sistema defensivo que protege toda la identidad en cada una de sus partes expuestas al afuera, en contacto con el exterior e, incluso, con todo lo que entra en el propio organismo y sistema, y esto abarca no sólo a los alimentos, a las bacterias y virus sino, también, a las emociones, a las situaciones y sucesos que vivimos e impactan en nuestra identidad a nivel psicológico, emocional y físico.

Esto enlaza a las emociones y las vivencias con el cuerpo, a la identidad con la diferenciación del afuera, de los otros y con las defensas y todo el sistema psicoinmunológico.

Esto abre el camino hacia el cambio y la remisión en las autoinmunes.

Porque todo está hecho para proteger a la identidad.

Y esa identidad se defiende mejor cuanto más consciencia tiene de sí misma.