el origen esta en las emociones

Descripción de la publicación.

4/30/20242 min read

Autoinmunes.
El origen está en las emociones.

Escrito por: Lic. Juan Cruz Cúneo
Equipo de Autoinmunes en la Mujer.

Los estudios y las investigaciones genéticas y moleculares han ampliado mucho su campo de acción, incluso han podido definir que los anticuerpos (ANA) antinucleares son anticuerpos producidos por el sistema inmunológico cuando “no consigue” distinguir adecuadamente entre las estructuras propias y las ajenas, ¿les suena conocido? Y continúan diciendo en muchos de sus libros que “atacan a las estructuras del propio cuerpo”, es decir que causan signos y síntomas como la inflamación de órganos y tejidos, la fatiga y el dolor muscular y articular.

Es claro, incluso planteado desde la Medicina y la Genética, que se activan los anticuerpos del sistema inmunitario, pero lo que no logran explicar es la razón por la cual no pueden distinguir entre las estructuras propias y las ajenas, porque lo que las “confunde” es lo emocional, es no poder discriminar las emociones propias de las ajenas, lo que se siente dentro ¿hasta dónde es mío o es del otro? Esta es la conexión entre lo biológico y lo psicoemocional, allí está el principio de la, aparente, confusión. Porque las células (y esta más que comprobado) tienen consciencia por eso pueden “discriminar” entre lo propio y lo ajeno.

¿Qué sucede cuando esa discriminación no es tan clara? Algo interfiere, algo complica y ese “algo” es anterior a lo corporal, comienza en otra instancia que se sucede antes en el tiempo y cuyo principio está en otro lado. Es lo emocional. La dificultad para poder identificar las emociones y diferenciarlas de las ajenas conlleva que se interioricen y se tengan que tramitar como si fueran propias. Muchas saben que esto les sucede a diario, a través de la culpa, a través de la duda o los cuestionamientos propios; ya sea porque eligen llamarse al silencio, callar para no generar más problemas (cuando esos problemas ya los generó el otro), son formas y maneras en las que se internalizan emociones que no son propias.

Esta confusión que empieza, en realidad, en el vínculo, repercute emocional y psicológicamente desde niñas en cada una de ustedes; al punto de generar dificultades importantes en la identificación de las emociones y en saber si son propias o ajenas; hasta que llega al cuerpo donde sucede lo mismo. El sistema inmunológico no puede diferenciar con claridad entre las estructuras (emocionales y psicológicas) propias de las ajenas y actúa igualmente accionando contra esa carga (emociones en el cuerpo) para responder y reaccionar; defender a la propia identidad del afuera (que se ha metido).

La coherencia interna va desde lo psicoemocional hasta lo físico; la gran diferencia es que para muchos empieza en el cuerpo aquello que, para nosotros, empezó en lo emocional desencadenado por el vínculo con otro. Lo que el sistema inmunológico no puede discriminar y por eso se “confunde” es entre lo propio y lo ajeno, es claro que hay otro presente allí. ¿De dónde sale ese “otro”? del vínculo. ¿Y cómo llega a cada uno? Por las emociones, las cuales se llegan a sentir en el cuerpo.

Todo comienza allí, en las emociones. Cada uno de los síntomas cuenta una historia emocional de vida, un suceso, un vínculo, un episodio. Cada diagnóstico muestra un recorrido que, pareciera, leerse solamente desde el cuerpo, hasta ahora.

Ahora podemos evitar el daño en el cuerpo sabiendo dónde comenzó todo. Podemos revertirlo, podemos calmarlo, podemos cambiarlo; solo necesitas animarte a entender que el último eslabón es el cuerpo y que el primero está en tus emociones.

Una teoría explicativa, un camino hacia un cambio de vida, hacia tu autenticidad sin que te duela.