el monstruo del pantano

Descripción de la publicación.

5/1/20242 min read

El monstruo del Pantano.
Quitarle el barro a tu identidad.

Escrito por: Lic. Juan Cruz Cúneo
Equipo de Autoinmunes en la Mujer.

Muchas mujeres con autoinmunes tienen historias muy duras y difíciles. Familias, infancias, crianzas y situaciones de todo tipo, pero muchas son diferentes. Muchas de ustedes son distintas a ese pantano en el que crecieron, aunque puedan estar llenas de barro, aún.

Violencia, gritos, locura llenan la vida cotidiana de una niña en su casa. Ella ama a su madre e intenta salvarla, todos los días. Se va embarrando su personalidad, creyendo que es ese barro en el que está metida; creyendo las cosas que le van diciendo los más cercanos. Rechazo, repudio, maltrato y unas manipulaciones que no son compatibles con la relación madre e hija, pero sin embargo existen y generan un terrible daño. Esta niña crece, incorporando lo que le han dicho todos esos días de pantano, haciendo piel palabra tras palabra hasta creer que se ha convertido en un monstruo. El monstruo del pantano.

Ella no sabe, aún, que es muy distinta la historia. Ella lucha todos los días por contender dentro de sí a ese monstruo, porque es peligroso, porque está convencida que puede lastimar a los seres queridos. Ella pelea contra su carácter, contra su personalidad, contra su fortaleza, aquella que la ha salvado de esa infancia porque cree que es peligrosa y dañina. Ella hoy se corrió el barro de la cara y se pudo ver a los ojos. Y vio a alguien distinto.

Esta niña hoy mujer carga con mucho barro en sus manos, en su historia, en sus entrañas y en su mente. Muchas niñas convertidas en mujeres llevan el barro dentro que se externaliza en sus autoinmunes porque ese barro no les pertenece. Porque ese monstruo del Pantano que creen ser, no lo son. Y si se animan a pasarse la mano por la cara muchas, muchísimas de ustedes se podrán dar cuenta que debajo de ese barro hay un rostro, su identidad, una mirada distinta. Debajo de ese barro están ustedes y no son lo que creen ni piensan.

Desarrollar una autoinmune es parte de sobrevivir al Pantano. Es producto de esa lucha interna entre quienes alimentan el barro de ese Pantano y ustedes que no pertenecen allí, por más que hayan nacido ahí. Pero hay que superar esos miedos y romper con ciertas lealtades que las atan al Pantano y a la monstruosidad de algunos seres que habitan ahí.

Pueden animarse a sacarse el barro de los ojos y entender, comprender que no pertenecen a esa suciedad, por más que las hayan ensuciado. Pueden ver que no son como ellos y que tienen una gran oportunidad para permitirse ser ustedes mismas. Sin barro, sin Pantano, sin dolor y sin una autoinmune.

Quitarse el barro de la identidad es permitirse y darse la posibilidad de ser quienes realmente son.

Y poder mirarse de otra manera.

No le teman a la monstruosidad, si han desarrollado una autoinmune es que están luchando contra otros monstruos, no contra ustedes mismas.

Salgan del Pantano, quítense el barro de la cara y permitanse ser ustedes mismas.

Hay otra vida fuera del Pantano.