amiloidosis causa origen y principios

Descripción de la publicación.

5/1/20245 min read

Amiloidosis AL.
Causa, origen y principios.

Fundación APH - Autoinmunes en la Mujer
Escrito por: Juan Cruz Cúneo.

La Amiloidosis AL se produce por la acumulación de las proteínas amiloides en el corazón, los riñones, el hígado u otros órganos; considerando que la proteína amiloide es una proteína anormal, producida por la médula ósea, que puede depositarse en cualquier órgano o tejido.

La Medicina, desde su visión, desconoce las causas, por lo cual, propone un tratamiento en función de la gravedad pero define que, por el momento, no tiene cura. Desde el enfoque de la Fundación APH, el planteo es muy diferente y se abre una perspectiva distinta, abarcativa de los conocimientos de la Medicina, pero vamos más allá.

Aquí planteamos, siempre en las Autoinmunes, en las enfermedades poco frecuentes y para cualquier otro diagnóstico e, incluso, síntomas, una mirada que parte de la trilogía definida como “la causa, el origen y los principios”. De esta forma podemos alcanzar una mayor comprensión de las enfermedades y, principalmente, de las reacciones de las personas frente a sus situaciones que pueden haber desencadenado estos cuadros diagnósticos.

En el caso particular de la Amiloidosis AL (y que sirve para muchas otras formas de Amiloidosis) la causa la podemos definir, precisamente, por la acumulación de las proteínas amiloides en diferentes órganos y tejidos. La acumulación de dicha proteína explica la aparición de algunos de los síntomas con los que se presenta este diagnóstico. La alteración en el corazón, los problemas de filtración y funcionamiento de los riñones y su avance crónico perjudicando tejidos y órganos. La acumulación de esa proteína y de las cadenas ligeras va dañando diferentes partes del cuerpo, generando el dolor abdominal y en las extremidades; las sensaciones de hormigueo, la pérdida de la sensibilidad al tacto, el agrandamiento del corazón y las erupciones en la piel o los hematomas. Definimos que es la causa porque la acumulación de esta proteína explica estas perturbaciones en el organismo. ¿Pero alcanza con saber esto?

Aquí abrimos la segunda cuestión que se entrelaza con la primera, las causas, y con la tercera que es el origen. Este trípode explicativo funciona de manera dinámica y según se van intensificando uno u otro aspecto, es que se van produciendo las diferentes crisis sintomáticas, acentuación de algún malestar, el agravamiento o la mejoría. Esta trilogía nos abre el camino hacia una esperanza de poder modificar la evolución de este cuadro, trabajando en los tres aspectos al mismo tiempo; y centrándonos en tener una explicación más amplia de las razones de esta enfermedad y su aparición en este momento de la vida del paciente. Y además, nos enfoca la atención en el cuidado de esos tres aspectos fundamentales, especialmente, durante el tratamiento.

El origen nos remite a los puntos que desencadenan las “causas”, aquello que origina la acumulación de estas proteínas y a las razones de dicha acumulación que, luego, generan los síntomas y el daño en los órganos o tejidos. En el origen, siempre, buscamos definir el impacto y la defensa frente a ello. Es decir, consideramos que el origen de la Amiloidosis AL está en las emociones y su interacción con el sistema inmune, localizado a lo largo de todo el cuerpo, pero particularmente en algunos órganos. Las emociones son fácilmente rastreables en la vida cotidiana de estos pacientes. Si bien el registro emocional no está sumamente desarrollado, al momento de la retrospectiva si se encuentran las piezas explicativas de lo que les ha estado pasando. Estas personas tienen registro de sus emociones, pero no les hacen caso. No se detienen a tramitar el impacto emocional de ciertas situaciones, decisiones o circunstancias de vida y continúan avanzando en el cumplimiento de sus actividades, compromisos, obligaciones u objetivos. Las emociones, tienen un triple aspecto integrado, una parte es psicológica-cognitiva que es la que permite identificar lo que se está sintiendo; otra parte netamente emocional que es la carga que conlleva, el volumen de esa emoción y es la que impacta; y por último, la parte física de la emoción que es la que desencadena las reacciones físicas que sentimos cuando las vivimos; este aspecto es el que le da el acceso a la respuesta física del cuerpo. Pero no están en juego sólo las emociones, porque sino sería una “enfermedad psicosomática”; interviene el sistema defensivo de la identidad, el sistema inmune. Y es el que genera que se acumulen las proteínas amiloides, porque la determinación estratégica de este sistema defensivo es la “acumulación” a un costado, para poder seguir avanzando en sus tareas.

Estas personas acumulan sus emociones, pero las dejan a un lado; no llega a ser una disociación porque hay registro y consciencia, pero no hay tramitación de las mismas ni la consideración del impacto que están generando. Las cadenas ligeras son proteínas producidas por las células plasmáticas, un tipo de glóbulo blanco, es decir, parte del sistema inmunológico, y ayudan a proteger al cuerpo. Por lo cual, se convierte en una “enfermedad sistémica”, es decir, del funcionamiento del sistema; por esto es importante considerar la trilogía de “las causas, el origen y los principios”, porque es un tema de funcionamiento defensivo frente a las circunstancias de vida, con impacto emocional que genera estas causas en el cuerpo.

Pero todas las emociones provienen desde afuera, lo cual nos lleva al tercer pilar de esta trilogía que son “los principios”. Allí es donde empieza todo; en esas circunstancias de vida, sean laborales, de pareja, familiares u ocasionales, pero donde el vínculo con los otros es la clave. Ahí podemos rastrear las situaciones vividas que tienen el impacto emocional suficiente como para desencadenar estas reacciones defensivas que producen las causas de la Amiloidosis AL, y explican muchos de sus síntomas como el cansancio, la rigidez en el corazón, los problemas de filtraciones encontrada en los riñones y los depósitos de amiloides fuera de sus lugares adecuados; por lo cual se dañan otros órganos y tejidos. Situaciones emocionales que pueden haber comenzado en un ámbito, como el laboral, pero se desparraman hacia lo personal, produciendo un cambio de vida, decisiones que han tenido que tomar, dolores vinculares que exceden a ese ámbito; el cansancio se produce por el sobreesfuerzo, naturalizado, de seguir hacia adelante a pesar de las circunstancias; y la rigidez afectiva se va expandiendo allí donde duelen los afectos; mientras que la externalización no siempre está permitida, si bien la gran mayoría tiene mucho carácter; pero no todo sale y se va filtrando hacia otros lados; los riñones no pueden filtrar, procesar lo suficiente, y esas cadenas ligeras se desparraman, es decir, esas emociones negativas o tóxicas llegan hasta otros aspectos de la identidad, de la persona, y lo dañan.

Es muy importante ampliar la mirada hacia “la causa, el origen y los principios” de las enfermedades, particularmente cuando se las define como “raras o poco frecuentes” y las padecen personas comúnes, con vidas cotidianas como las de los demás, pero padecen circunstancias emocionales que no debieran.

Esta mirada nos abre el camino hacia las explicaciones, con el objetivo central de poder abordar, trabajar y modificar el origen y los principios; así no se siguen desencadenando las causas.

Todos debemos prestar atención a nuestras circunstancias de vida, para no enfermar de esta manera.