a la intemperie
Descripción de la publicación.
A la intemperie.
Una sensación autoinmune.
Escrito por: Lic. Juan Cruz Cúneo
Equipo de Autoinmunes en la Mujer.
Hay una sensación muy conocida en las mujeres que padecen una autoinmune, aunque la mayoría, tal vez, no la definía así (hasta ahora). Es una sensación de soledad, en la noche oscura, de frío pero de ese frío por falta de abrigo, de un abrazo protector, de ese respaldo que te da la tranquilidad de estar acompañada. Es una sensación de peligrosidad, de incertidumbre, de no saber qué es lo que puede pasar en el siguiente instante o al amanecer. Es una sensación de escalofrío que corre por el cuerpo, es un miedo, es la desprotección y la exposición. Es sentir que se está sola frente al mundo, frente a todo.
Es una sensación enorme, aplastante, que agobia, que las hace sentir pequeñas frente a todo lo que se viene. Es una idea de vulnerabilidad con ese tinte de peligro que mantiene el estado de alerta permanente. En algún punto sus almas saben que están solas, así lo sienten por más que estén acompañadas. Es esa idea de tener que luchar contra lo gigante sin tener las herramientas suficientes y sin saber hacia dónde.
Pero es una sensación que viene del cuerpo, también. Que corre por dentro sin llegar, la mente, a comprenderla en su totalidad. No es tan fácil de identificar, pero es muy simple de reconocer. Es la sensación que tenían cuando eran niñas, en esas noches de dolor, de angustia, de peleas entre los padres. Es el recuerdo de esa niña que se iba a dormir y lo único que tenía para sentirse protegida eran sus sábanas, su almohada, su propia respiración y el latido fuerte del corazón que no dejaba conciliar el sueño. Esa niña sufría sin saberlo y su cuerpo grababa esta sensación, para siempre.
Aunque terminó siendo una niña que creció con todo el coraje y la valentía, esa sensación sigue allí. Ese escalofrío que corre por el pecho sigue siendo un recuerdo que se hace presente y trae sensaciones de miedo, de vulnerabilidad, de fragilidad. De saber todo lo que se venía por delante y sentir que no iba a poder.
La sensación de estar a la intemperie es una sensación que define muy completamente a lo autoinmune, a la vivencia de lo autoinmune, a sus emociones, al torbellino de sensaciones encontradas en el cuerpo, sin dirección, sin rumbo pero muy intensas. Es el reflejo del agobio mental con el torrente de pensamientos que van y vienen para todos lados, porque la sensación de peligro es inminente. Y el miedo ahí, siempre ahí, que no las suelta. Esta sensación es la que empezó a sentir esa niña cuando se quedaba sola y afuera todo era un desastre. Es la sensación que la acompaño durante muchos años, en su crecimiento, frente a los cambios, frente al otro y frente a los mismos de siempre. Es una sensación y una emoción que aparece al revisar la historia y mirar hacia esos años.
Es como si una parte de esa niña se hubiera quedado atrapada allí, en esa sensación de estar a la intemperie en un mundo (familiar) que no la protegía, que no le daba tranquilidad, que no la hacía sentir parte. También es la sensación que le hizo dar cuenta que contaba solo con ella misma y, posiblemente, así esa niña se fue haciendo cada vez más fuerte hasta convertirse en la mujer luchadora que es hoy.
La sensación que tienen o han tenido de “estar a la intemperie” muestra la falla del entorno familiar y de las relaciones más cercanas que no lograron generar esa confianza suficientemente fuerte como para que dejen de sentirse expuestas frente al peligro, para que dejen de sentirse solas frente al mundo. Son las fallas de los vínculos cuando generan miedo, ese miedo que lleva a la consciencia de estar sola frente a lo que pasa.
Es cuando falla la pertenencia, cuando se rompieron los lazos de confianza y solo les queda la confianza básica en ustedes mismas.
A la intemperie, una de las definiciones más claras de la vivencia autoinmune.